Por Bernardo León Villegas & Javier García Espinosa
Don Manuel Esperón González fue un destacado compositor mexicano, nacido el 3 de agosto de 1911 en Ciudad de México y fallecido el 13 de febrero de 2011 en la misma ciudad. Es reconocido por su prolífica carrera en la composición de música para cine, siendo uno de los más importantes compositores de la llamada Época de Oro del cine mexicano.
Don Manuel, comenzó su formación musical desde joven, estudiando en el Conservatorio Nacional de Música de México. A lo largo de su carrera, compuso más de 400 canciones y temas musicales, muchos de los cuales se convirtieron en éxitos populares.
Su trabajo más destacado se encuentra en el ámbito del cine, donde compuso la música para numerosas películas. Colaboró con directores y productores prominentes de la época, como Emilio Fernández, Ismael Rodríguez y Alejandro Galindo. Entre sus composiciones más famosas se encuentran Canción del alma, "Perdida", Cuando sale la luna y Amorcito corazón, esta última se convirtió en un verdadero himno de la música popular mexicana.
Fue galardonado en múltiples ocasiones por su trabajo en la industria del cine. Recibió varios premios Ariel, el reconocimiento más importante del cine mexicano, por la mejor música original en películas como "Ahí vienen los gorrones" (1953), "Viva Zapata" (1953) y "Cuando levanta la niebla" (1953), entre otras.
Además de su contribución al cine, también incursionó en otros géneros musicales, como el teatro y la televisión. Compuso música para obras de teatro y programas de televisión, ampliando así su influencia en la cultura popular mexicana.
Don Manuel Esperón emergió como una figura emblemática en la escena musical mexicana del siglo XX. Su carrera abarcó más de seis décadas, durante las cuales compuso innumerables canciones que se convirtieron en himnos de la cultura popular mexicana.
Conocido por su habilidad para capturar la esencia del folclore mexicano en sus composiciones, dejó una marca indeleble en la historia musical de México. Su talento traspasó fronteras, llevando la riqueza y la diversidad de la música mexicana a audiencias de todo el mundo.
La música de Don Manuel Esperón trascendió géneros y estilos, abarcando desde rancheras hasta boleros, pasando por música de películas y música folclórica. Su versatilidad y capacidad para adaptarse a diversos contextos le valieron el reconocimiento tanto de sus contemporáneos como de las generaciones posteriores. Su colaboración con figuras legendarias del cine mexicano, como Pedro Infante y Jorge Negrete, contribuyó a enriquecer el patrimonio cultural del país.
Siempre unido a don Ernesto Cortázar y en ocasiones a don Pedro de Urdimalas, letristas de infinidad de sus canciones, como: Ay Jalisco no te rajes, El apagón, No volveré, Esos Altos de Jalisco, Cocula, Noche plateada, Serenata tapatía, Yo soy mexicano, Maigualida, Amor con amor se paga, Tequila con limón, Hasta que perdió Jalisco, Carta de amor, El ahijado de la muerte, Traigo un amor, Así se quiere en Jalisco, Cuando quiere un mexicano, La canción de los vaqueros, El charro mexicano, Fiesta mexicana, Qué te cuesta, Aunque lo quieran o no, Dicen por ahí, Aunque me cueste la vida, Chaparrita cuerpo de uva, Al diablo con las mujeres, A la orilla del mar, Amorcito de mi vida, Necesito dinero, Águila o sol, El aventurero, Guadalajareña y Arandas, por mencionar sólo algunas de las más conocidas.
El legado de Don Manuel Esperón perdura en la memoria colectiva de México y más allá. Sus canciones continúan siendo interpretadas por artistas de todas las generaciones, manteniendo viva la llama de la tradición musical mexicana. Su música sigue siendo un testimonio perdurable de la riqueza y la diversidad cultural de México, recordándonos la importancia de honrar y preservar nuestras raíces musicales.
Un dato poco conocido de don Manuel, es su descendencia con su bisabuelo Macedonio Alcalá, compositor del vals, segundo himno de los oaxaqueños, Dios Nunca Muere.
Disfruten ustedes del siguiente video en donde la incomparable Lucha Villa interpreta un popurrí del Maestro Esperón, con la presencia de él mismo en el estudio. Como bien dice Lucha, en la presentación-dedicación: “Usted es el pionero en la internacionalización de la música popular ranchera”.
En el aniversario de su fallecimiento (13 de febrero), rendimos un homenaje desde estas -ARMONÍAS EN EL TIEMPO-, a Don Manuel Esperón, un maestro de la canción mexicana cuyo legado perdura como un monumento a la creatividad, la pasión y el espíritu indomable de la música mexicana. Que su música siga siendo fuente de inspiración y orgullo para las futuras generaciones, recordándonos siempre la belleza y la profundidad de la herencia musical de México.
No olviden dar Me Gusta en el corazoncito y hasta la próxima entrega de ARMONÍAS EN EL TIEMPO.